martes, 25 de marzo de 2008

¿PARA QUÉ ENSEÑAMOS?

Siempre cuando eres niño te preguntan en el colegio ¿qué es lo que quieres ser cuando seas grande? Muchos quieren ser doctores, otros abogados, cantantes u otras profesiones, pero cuando a mi me lo preguntaron yo dije que quería ser profesor, como mi papá, quería saber mucho, pero ante todo quería enseñar a otros lo que sabia. Paso el tiempo y aunque otros planteamientos llegaron a mi mente el ser profesor estuvo siempre presente en mi vida… pero ¿por qué ser profesor? o más bien ¿para qué enseñar?

La sociedad se ha desarrollado y con ello han cambiado las expectativas con respecto a la finalidad de la enseñanza y a lo que debería saberse tras el paso por la escuela, quedando plenamente establecido que en ninguna medida la educación es una mera transmisión de conocimientos. “La educación ha evolucionado desde la pedagogía de la reproducción a la pedagogía de la imaginación más basada en la indagación, la búsqueda y la pregunta que con la respuesta, de estar centrada en la enseñanza y el profesor a centrarse en el aprendizaje y el alumno, de atender sobre todo a los productos a considerar la importancia de los procesos”. (Beltrán, 2003)

Se trata entonces de un para qué enseñar más amplio, de una pregunta para la que no se tiene una respuesta específica, pues existen múltiples concepciones al respecto ya sea en el ámbito curricular como en un sentido más subjetivo, es precisamente aquí donde se sitúa el debate contemporáneo acerca del supuesto fin de la educación. Sin embargo, y mientras se piensa en la escuela, se duda de ella, se discute sobre su propósito y su forma, mientras se confronta y se cuestiona, día tras día, en cada pueblo, en cada ciudad, una enorme cantidad de jóvenes asisten a las instituciones educativas para aprender, y una no menos enorme muchedumbre de docentes concurre a las escuelas para enseñar.

Es por ello que establezco que las actividades de enseñanza que realizan los profesores están inevitablemente unidas a los procesos de aprendizaje que, siguiendo sus indicaciones, realizan los estudiantes. Los objetivos de docentes y alumnos están íntimamente ligados, siempre consisten en el logro de determinados aprendizajes pero trascendentalmente considero que la clave del éxito está, en que los estudiantes puedan y quieran realizar las operaciones cognitivas convenientes para ello, interactuando adecuadamente con los recursos educativos a su alcance.

En conceptos técnicos enseñamos porque “la educación debe garantizar la implicación de las generaciones jóvenes en prácticas educativas especialmente planificadas para que desarrollen las capacidades que les son necesarias para vivir en sociedad de manera competente crítica y creativa” (Mauri, 2003) o enseñamos, según el marco curricular, para cumplir con los objetivos fundamentales establecidos para cada nivel educacional, esto se refiere a las competencias que los alumnos deben lograr, ya sean estos objetivos verticales o transversales.

Mi concepción no está muy alejada de lo descrito ya, pero incluyo además que enseñamos para intentar ayudar a todo el alumnado inserto en un determinado contexto, a ser una persona íntegra, y con esto me refiero en todos los ámbitos, que se pueda desenvolver plenamente en un futuro no muy lejano con las capacidades y habilidades que se le han dado a conocer, pero también enseñamos para poder desarrollarnos de igual modo nosotros como personas y como profesionales.

Sin embargo, porque establezco que el fin (que en este caso sería el para qué) no justifica los medios, es trascendental la metodología de enseñanza si se quieren obtener buenos resultados al educar y alcanzar los objetivos antes establecidos, quedando así inmediatamente establecida la interrogante ¿De qué manera voy a enseñar para alcanzar mi fin?


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BELTRAN LLERA, Jesús A. (2003). "De la Pedagogía de la Memoria a la Pedagogía de la Imaginación". Educared, Madrid
MAURI MAJÓS, Teresa (1997). “Currículum y Enseñanza”. Magisterio del Río de la Plata, Buenos Aires.

1 comentario:

Profesora dijo...

Estimada Catherin:

Paso a describirte cada criterio evaluado:


Claridad en la expresión: En general manejas una adecuada ortografía, pero debes cuidar mejor tu redacción.


Comprueba lo que piensa argumentando sólidamente: Aun cuando empleaste fuentes de información te sugiero que las trabajes aun mas.

Logra persuadir al lector: Sin bien consigues atrapar al lector con tu ensayo falta lograr convencerlo y eso se consigue trabajando la consistencia de tus planteamientos.

Claridad en la reflexión: Recién en el párrafo 5º y 6º abordas el tema en cuestión de forma mas precisa. En lo futuro te invito a abordas el con mas inmediatez.

Compromiso con la audiencia: Demuestras conciencia por dirigir bien el escrito hacia la audiencia pero te invito a trabajar el diálogo con los potenciales lectores.

Tu nota es un 68

Atte.

La profesora.